Los campamentos son ideales para que los niños dejen a un lado la tímidez y aprendan a convivir con otros. Cuando pensamos que nuestro hijo pase unos días en un campamento de verano, puede que algunas madres piensen que su hijo es tímido y que puede tener problemas para adaptarse.
Lo primero que tienes que pensar es que tu hijo va a estar en un lugar seguro en el que todas las personas, tanto niños como monitores, le ayudarán a integrarse en el grupo.
Los niños suelen acudir a los campamentos solos, por lo que todos están en la misma situación, se encuentran ante desconocidos con los que pasarán 7 ó 15 días del verano. Todos tienen que relacionarse con los demás y esto hará que se relacionen más rápidamente, debido a que tienen necesidades sociales de interaccionar con el entorno.
 "Los campamentos son una oportunidad inigualable para crecer en la formación personal y académica de una manera dinámica y activa” - Karla Espinal, directora de preescolar y primaria del Liceo Bilingüe Centroamericano
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Los monitores tienen aquí una gran función ya que si ven que tu hijo tiene problemas para integrarse con los demás niños, le ayudarán, ya que esta es una de las funciones del monitor. 
También es bueno darles un tiempo, ya que puede que al principio tengan algunas dificultades, pero esto es algo normal; a muchos de nosotros, que somos adultos, también nos resultaría un poco incómoda la situación de llegar a un lugar en el que no conoces a nadie y no sabes lo que te van a deparar los días sucesivos. Pero esto le vendrá bien para situaciones futuras, cuanto antes empiece a sentirse cómodo mejor, porque tendrá que lidiar con este tipo de situaciones con seguridad en el futuro.
Para que nuestro hijo combata la timidez es bueno que se socialice con niños de su misma franja de edad y los campamentos de verano son un entorno estupendo, ya que los grupos y las actividades están divididas por edades.
Ángel Alegre nos cuenta su experiencia:

 "Lo que más me ayudó fueron los campamentos de verano. En un campamento podía pasar 15 días rodeado las 24 horas de gente de mi edad; además era gente desconocida, que no sabía nada de mí, lo que me permitía crearme una nueva identidad desde 0. Recuerdo que me forzaba a ser el primero en hablar con los otros acampados en cuanto se bajan del autobús, a ser el primero en tirarme al agua en la hora de baño y a ser el primero en salir voluntario para cualquier actividad.”
Las madres tenemos un gran papel para lograr lidiar con la timidez de nuestro hijo. Un estudio de la Universidad de Maryland, dice que la clave está en la relación entre el niño y la madre. Es la madre la que debe estimular al hijo a hacer amigos, a socializarse y, a la vez, no presionar al niño. Entender lo que nuestro hijo es capaz, pero siempre dando un paso hacia delante, ya que si no se corrige ahora, cuando crezcan el problema será mayor y más difícil de resolver. Anímale a ir al 
campamento de verano, ¡seguro que lo pasa en grande!