El otro día leí un post en el blog de campamento Tatanka sobre inglés en el que contaba los resultados de un estudio realizado sobre la población española y el dominio que tienen sobre la lengua inglesa, me encantó, os dejo
aquí el link por si queréis leerlo ¡muy recomendable!
Después de leer el post empecé a pensar sobre las grandes oportunidades que tienen nuestros hijos hoy en día y que tenemos que aprovecharlas al máximo para que ellos no tengan las mismas dificultades que hemos tenido nosotros (la que escribe ha tenido que aprender inglés y confieso que costó mucho esfuerzo).
Además, están en una edad estupenda para aprender y a ellos no les cuesta lo mismo que a nosotros, sus mentes ahora son esponjas. Cuanto antes empiezan a estudiar idiomas más fácil les resulta adquirirlo.
La forma de aprender o adquirir un idioma ha cambiado muchísimo, antes nos dedicábamos a coger el libro y estudiar; pero ahora se intenta adquirir a través del juego, de actividades de cualquier
temática realizadas en el idioma, escuchando música o simplemente el hecho que a nuestro hijo le guste algo que esté más desarrollado en otros idiomas le hace aprenderlo. Se aprende más mientras se utiliza el idioma al desarrollar otra actividad y no les da la sensación de estar estudiando, puede que estudiar no les guste tanto.
Cuando se utiliza el idioma como forma de comunicarse con otros niños se abre un mundo ante los ojos de la persona. Nuestros hijos ya no verán el idioma solo como algo que aprenden en el colegio y sirve para aprobar exámenes, sino que empezarán a ver la utilidad que éste tiene, como por ejemplo comunicarse con personas de otros países con total normalidad, y todo lo que esto conlleva de crecimiento personal. Cuando se empieza a ver la utilidad del idioma se practica y estudia con más entusiasmo, además de que ves los frutos del estudio día a día y lo puedes poner en práctica. Cada país y cultura es diferente y puede que el hecho de conocer niños de otros países o viajar a otros países les abra la mente y ayude al desarrollo de nuestro hijo.
Muchas veces cuando nos hacemos mayores vemos las oportunidades que desaprovechamos cuando éramos más jóvenes y es normal que no queramos que nuestros hijos cometan los mismos errores o tengan las mismas dificultades que hemos tenido nosotros.