Cuando ya hemos dado el paso, tanto nosotros como nuestro hijo, y hemos decidido que este verano hará inmersión lingüística en el extranjero practicando un idioma, disfrutando, conociendo otros países y a niños de otras nacionalidades; se nos plantea el interrogante: ¿Es mejor que vaya a residencia o a una familia?
Cuando pensamos en que se aloje con familias siempre nos entra la duda de cómo serán estas, si le tratarán bien, cómo será el tema de las comidas… Pero el alojamiento en familias tiene sus ventajas, por ejemplo, tendrán un apoyo en el idioma cuando llegue a casa, ya que no tendrá opción de hablar en otro idioma, por lo que esto le hará practicar más y aprender la manera informal del lenguaje que está practicando.
Normalmente son familias acostumbradas a alojar niños de todas partes del mundo en sus casas. Por lo general no suele ser la primera vez que acogen, están muy acostumbrados al trato con diferentes nacionalidades y costumbres.
A mí me gusta ponerme en la situación de las familias que acogen. Imaginar que fuera mi familia la que va a acoger a un niño de otro país, siempre pienso que estaría encantada y lo trataría bien, me haría ilusión tenerlo en mi casa entre mis hijos y le enseñaría cosas interesantes de la zona y practicaría con él el idioma, y sinceramente lo que sé es que me preocuparía de él; porque estaría pensando que hay una madre al otro lado del mundo que ha decidido que pase un mes en mi casa y seguro que está preocupada por cómo está su hijo y me gustaría que pudiera estar tranquila, sabiendo que su hijo está bien. Porque al fin y al cabo todos somos madres y padres, sabemos lo que se siente y como nos gustaría que estuvieran nuestros hijos y sinceramente, creo que todas las madres lo haríamos.
Está claro que mejor que con nosotros no van a estar
Cuando elegimos realizar una inmersión lingüística en el extranjero también existe la posibilidad de elegir residencia de estudiantes. Son edificios adaptados con cuartos individuales donde todos los participantes que se encuentran alojados, están realizando un curso o campamento de idiomas. Aquí encontrarán compañeros internacionales de las mismas edades que también están estudiando idiomas y llevando a cabo mismos programas o similares. Tendrán un menú, horarios que cumplir y otros niños conviviendo con ellos.
En estas residencias de estudiantes también están los monitores que les supervisan las 24 horas del día y les acompañan durante su estancia en el país.
La decisión es de los padres, teniendo en cuenta cómo es su hijo y dónde se encontrará más a gusto. En ambas opciones realizará una inmersión lingüística total y disfrutará de la estancia.