Hoy entrevistamos a Ángel Cámara, director general, y Eva Cámara directora de relaciones con familias clientes. Los creadores de este campamento llevan más de 20 años trabajando con niños en diferentes proyectos educativos y son unos apasionados del desarrollo personal y del deporte. Por eso se les ocurrió la idea de crear un campamento de inteligencia emocional a través del deporte. En estos 10 años han ido creando un concepto único que permite que los adolescentes lo pasen bien mientras desarrollan su inteligencia emocional y aprenden herramientas vitales para su bienestar y felicidad.
Este año es la XI edición de los campamentos de Tarifa KiteSurf Camp, especializados en adolescentes y hoy venimos a contaros todo lo que nos han dicho sobre sus campamentos. Ver información de los campamentos
Les preguntamos qué es lo que cree que el campamento aporta a los niñ@s, esto fue lo que nos contestó:
Este es un campamento dirigido en exclusiva a adolescentes de entre 13 y 17 años, lo cual es una ventaja para ellos porque desde el primer día sienten que están en un ambiente seguro y divertido. Además de pasarlo bien, que es crucial en el período de vacaciones, los adolescentes mejoran su autoconocimiento y su autoestima; experimentan las ventajas de tener una actitud más positiva y proactiva; y aprenden herramientas de inteligencia emocional útiles para su día a día cuando regresan a casa.
A la hora de planificar el programa del campamento ¿Qué tipos de factores tenéis en cuenta?
Nosotros hemos creado un “campamento “boutique”, lo cual significa que trabajamos con solo 48 adolescentes cada año para que se sientan como en casa. De hecho la primera característica que destacan nuestros campers es que el campamento TKS es como una gran FAMIILIA. En segundo lugar, el DEPORTE es protagonista en nuestro campamento. Van a practicar deportes divertidos que les retan y les sacan de su zona de confort. ¿Para qué? Pues justamente para aplicar las herramientas de INTELIGENCIA EMOCIONAL que aprenden durante su estancia y que son el tercer elemento clave de la experiencia. Y, por último, la DIVERSIÓN porque no podemos olvidar que son adolescentes y además están en época de vacaciones. Así que preparamos un programa donde las risas, la aventura y la creación de lazos de amistad estén siempre presentes.
La alimentación durante la estancia del niño en el campamento es algo que interesa mucho a los padres ¿nos podríais contar un poco cómo organizáis el menú del campamento?
Somos un campamento deportivo y la alimentación es crucial para el buen rendimiento de los adolescentes. Y tanto nos tomamos en serio este aspecto, que desde hace años tenemos un cocinero exclusivo que realiza menús caseros y equilibrados pensados para proporcionar la energía y vitalidad que se necesita en un campamento activo como el nuestro. Tenemos también el hábito de proporcionar ajustes para adaptarnos a cualquier necesidad alimenticia de nuestros campers, incluídos menús veganos y restricciones médicas. Y, lo más importante, es nuestra capacidad de adaptarnos a sus gustos para que todos se sientan en casa.
¿Cómo recomiendas que sea la comunicación entre los padres y el niño durante el campamento?
Después de 10 años de experiencia en campamentos para adolescentes hemos llegado a desarrollar un sistema de comunicación con las familias que funciona eficazmente. Nosotros guardamos los móviles de los participantes durante el día para que estén centrados en las actividades del campamento. A última hora de la tarde se los entregamos para que puedan comunicarse con su familia. Por otro lado, durante el día enviamos fotografías y vídeos de todo lo que está sucediendo para que las familias se sientan vinculadas a sus hijos. Y, si por cualquier motivo, los padres necesitan un contacto adicional urgente con el adolescente durante el día, siempre podrá llamar al equipo de instructores para hablar directamente con el jóven.
¿Qué crees que os diferencia del resto de los campamentos?
Hay dos cosas que diferencian nuestro campamento TKS de otros. La primera es que somos un campamento familiar donde acogemos a un máximo de 48 niños cada año,, lo que supone un trato muy personalizado del adolescente. Por otro lado, somos un campamento dirigido a desarrollar la inteligencia emocional a través del deporte, es decir, que los participantes lo pasan bien practicando deportes divertidos y exclusivos, mientras aprenden herramientas vitales útiles que podrán utilizar cuando vuelven a casa.
Desde tu punto de vista ¿qué caracteriza a un buen monitor en el campamento de verano?
Los monitores son una pieza clave en el campamento, ya que van a pasar 2 semanas compartiendo la mayoría del tiempo con los adolescentes. En nuestro caso buscamos 3 rasgos clave al seleccionar a los monitores: capacidad demostrada para trabajar con adolescentes; interés y formación en aspectos relacionados con la inteligencia emocional y, sobre todo, que tengan una actitud positiva y proactiva porque los imprevistos son inevitables en un campamento, y la actitud con la que se afrontan es fundamental para resolverlos.
¿Cuál es la actividad que más disfrutarías de vuestro campamento si fueras niño?
Siempre me gustaron los deportes, especialmente los acuáticos. Los adolescentes van a poder aprender y experimentar varios de ellos como el surf, el kitesurf, el paddle surf, el windsurf, etc. Además siempre fui un niño muy reflexivo y participativo, por lo que seguro que me hubieran encantado los talleres de inteligencia emocional donde los adolescentes tienen la oportunidad de opinar y reflexionar sobre sus valores, las emociones, la autoestima, etc.
¿Nos puedes contar alguna anécdota que recuerdes de algún campamento?
Recuerdo a Carlos, un chaval de 14 años, que llegó muy preocupado porque decía que comía mucho y que en otros campamentos había pasado siempre hambre. Yo le dije que en nuestro campamento podía repetir tantas veces como quisiera. La única condición que le ponía era que si estaba satisfecho con Ara, nuestra cocinera, le diera las gracias personalmente cada día y le echara una mano a recoger la mesa cuando la comida fuera excepcionalmente rica. Carlos aceptó el reto y entabló una amistad muy bonita con Ara. Al final del campamento “removió Roma con Santiago” para que sus padres pudieran conocer en persona a Ara, la persona que había cuidado de su apetito como si fuera una madre :-)
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¡Feliz búsqueda de campamento de verano!